lunes, 13 de mayo de 2013

Muerta y Enterrada

A veces las palabras desconocidas son la mejor terapia que uno o una puede hacer, escribir para uno mismo y exponerlo para otras personas que no saben quien eres, aquellas palabras que gritan ya que apuñalan y duelen... que son mudas y mutilan tu alma poco a poco... sientes que el mundo se rompe lentamente, palabras desconocidas que compartes con la nada, con  un cyberespacio lleno de sombras...

Estoy viva, quisiera estar muerta en vida, ser un fantasma del pasado, quiero mucho mucho frío, no ser recuerdo de nada, de nadie... sentir como me quedo atrás, sola, hueca... Todos creemos que la soledad y el vacío son sensaciones decadentes, estoy y no estoy de acuerdo.
La soledad puede ser dulce algunas veces, sinceramente me gusta sentirla muy de vez en cuando, cuando estoy de bajón, quiero estar sola, cuando escribo, quiero estar sola, cuando me enfado... es el mejor  momento de estar sola... Cuando pienso, quiero estar  sola...
Pero aunque esté sola, nunca lo estoy del todo, me siento a mi misma... me escucho, me relajo aunque en ocasiones parezca lo contrario. Pero hipocritamente hablando, no es buena la soledad a veces, es necesario socializarse con los demás, aunque sea un poco. Pero ahora sí,  sensatamente, también es bueno sentir la presencia de alguien incluso cuando estás mal.

Me gusta a veces sentirme enterrada, ser un recuerdo del pasado, ser aquella presencia del olvido. Aunque sentirse enterrada es lo que más duele, más que sentir que estás muerta, ya que a veces no sabes si están añadiendo o quitando tierra, si te estan enterrando o desenterrando, si te van a dar un último aliento más a tu alma o no... Si valdrá la pena hacer un último esfuerzo por respirar; por eso es mejor estar muerta y únicamente enterrada.
Asimilar que tu cadaver no volverá a despertar y estará quieto descansando las experiencias que quiere dejar atrás, ser la experiencia de otros que dejan atrás, aunque duela.

Esta entrada no es un admiración a la muerte, ni el desear morirse y no respirar, es un punto de vista  demasiado inquietante, porque no me gusta hablar con total claridad de lo que me pasa, me gusta insinuarlo con algo más profundo, de cómo verdaderamente me siento, como un alma cuya parte de sí misma no descansa en paz, le duele mucho.

Aunque no lo parezca todo esto que cuento es algo positivo si no lo habéis visto, pues me resulta buenos los intentos de matar todo aquello que te atraviesa, que te está matando pero quieres que te mate ya para dejar de sentir y que te entierre, como símbolo de que nunca más volverá a despertar.

Peor sin embargo, yo, como  persona que aún porta un corazón un poco bastante mal trecho, pero corazón al fin y al cabo, quiero seguir respirando en esta vida que me toca, seguir buscando la felicidad por mi misma...

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