Odio los días de fiesta, en los que no hay clase, odio los fin de semana, porque no puedo robarte las miradas, porque no puedo saber que estás ahí, poder saludarte con mis silencios, poder decirte te quiero con miradas a las que tu no te das cuenta cuando te apuntan.
Odio los puentes, porque se hacen monótonos y eternos al no notar tu presencia, amo madrugar los lunes para ir a estudiar, porque desde lejos, por el camino que me lleva al instituto, puedo verte pasar y decir entre pensamientos: "Hay está mi vida". No me importa lo lejos que estés, porque he aprendido a aceptar el pasado y tan solo disfrutar con todos los buenos momentos que tuvimos tu y yo... que una vez te tuve, que aún te quiero tanto como cuando me di cuenta que estaba enamorada de ti, me sienta bien quererte, pese a las circunstancias. Tuvimos recuerdos amargos, pero yo he preferido quedarme con los más dulces, en los que te miraba desde tan cerca, en los que te besaba y cada uno de los besos te los daba como si fuera el último, como si se fuera acabar el mundo... como si fuera mi último suspiro...
Solo quiero que puedas seguir adelante, forjar tu camino y aprender de todos aquellos errores... saber que estás, saber que puedes seguir adelante es un gran punto que se suma a mi felicidad.
Saber que aun te quiero demasiado, hace brillar mi alma, hace del latir de mi corazón una melodía... Te quiero.
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