martes, 12 de noviembre de 2013

Suicidio de Amor.

Y sin saber como, sin saber cuando, apareció, sin pedirlo mi corazón muerto... esta sonrisa perdida se lleva toda la expresión de mis ojos, dejándome en un vacío dulce, iluminado, que agujerea este muro del dolor. Mi sonrisa incomprendida, aquella que me devuelven en una hermosa tontería, reviviendo el peligro que por ahora quiero evitar, el blanco de los tiempo pasados que arriesgué como los mares y tú, la Luna que me obligaba a saltar sin pensármelo dos veces, a respirar una última vez esta falsa oportunidad, pero, ahora mis pies descalzos pisan la tierra del lamento, el mismo abismo donde siempre arriesgué, mofándome de la altura que ahora me impone respeto, mientras veo un hermoso amanecer que ilumina la el fatídico blanco donde he de caer, aunque... no se si es una visión más, un delirio del compás interno, una historia que ya no tiene imágenes... un espejismo perfecto que no se romper tras mi caída. Una mano me roza, la caliente confianza a mi me congela. Me grita que este suicidio amoroso esta vez no fallará, de nuevo, no se perderá y dejará que arrastre mis promesas, donde se encuentran los "Te quieros" apartados... condenados a hacer ruido y nunca ser escuchados, donde se rinden las pasiones desgastadas y se quiebran los besos olvidad... donde arden los los amantes perdedores... que una vez amaron en el pasado...

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