Mi orgullo y egocentrismo,
crecen en este alma desgarrada,
tomados como escudo y espada,
alistada en esta batalla
ingenua, de no perder nada.
Guerrera sanguinaria,
crece en un corazón congelado,
esperando el Valhalla,
donde brinda su hidromiel,
donde perece esta, su espada...
Y con escudo en mano,
me despido de ella,
quien era mi amada,
soy guerrera y Vikinga,
valkiria descorazonada.
Y ahora mismo me retiro,
me declaro autodesterrada,
en mi acero se cumple el deseo,
que en recuedo quede forjada.
Encaminada continuo,
encaminada hacia mi batalla,
se despiden mis alas
y solo los glaciares del olvido
los únicos que derramarán las lágrimas...
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