Es un broche que pocas personas lo tienen, solo lo tienen los componentes de la Orquesta Sinfónica de Chamartín (A quienes les agradezco mucho el regalo que he recibido por su parte.) y algunos caso especiales como el mío.
Este broche para mi es como una señal que el destino me pide, que es que nunca abandone la música, la pasión, el amor por ella, aportar ese granito de arena y poder ser capaz de demostrar que los sueños pueden cumplirse aunque sea una pequeña parte, esto último hace que en pequeñas cantidades el día día pueda superarlo.
Puede que el próximo año me vea estudiando música en el centro cultural Alfredo Kraus, en lo talleres musicales, seria un buen comienzo.
También Gracias a mi padre, que aunque en ocasiones no nos entendamos, hace que se cumpla una pequeña parte de mis sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario