Hacía frío, temblaban, el miedo a una le rodeaba por no estropearlo como anteriormente, pero todo fluyó, unos brazos y un acercamiento dulce bajo las estrellas, después de tanto tiempo tenían miedo a abrir el corazón, a abrir los corazones, bien enterrado lo quisieron dejar y aunque sentían ambas atracción, de la mano saltaron a un vacío congelado; Sus labios se mezclaron creando el color de lo incomprendido, una incógnita, lo besos eran besos, el frío de sus cuerpos calmaban y agradable se hacía el momento, pero rosas blancas al suelo cayeron.
Sus cuerpos estaban en un mismo lugar, pero sus corazones no... Una amistad imperecedera, un lazo inmarchitable.
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