sábado, 12 de septiembre de 2015

Innecesario.

En realidad todo es una máscara, este mundo está hecho para asfixiarte bajo ella y olvidarte de las emociones, porque no son nada más que deshechos del corazón que simplemente desgarran, sobran.
Pero entonces el amor por el arte no tendría sentido gracias a ellas, es lo único que me hace sentir o más bien me recuerda que debajo de mi, debajo de todas mis inquietudes, debajo de todo mi orgullo, en el fondo de todo mi rechazo hay un corazón, un corazón que aunque no lo parezca siente, un  corazón agridulce, un corazón que nota los filos de las cosas que desgraciadamente pasan; el silencio no es nada más que su único confidente y amigo, la soledad le ampara cuando los días son realmente fríos.
Una sonrisa es suficiente para dejar mudas todas las sensaciones que laten. Esta es una guerra muda, los filos se escuchan chocar entre la niebla que me rodea, necesito que me sangren, esta batalla no es para mi.
Siento como una espada me atraviesa y en el fondo creo que es lo que más necesito. Parece suicida, pero después de matar todo aquello y seguir respirando aun, creo que es el mejor momento para volver a sentirme viva, soy inmortal.
Regresé mi alma hacia el lugar de donde llegó, esta noche solo sentencio... y mis pasos vuelven a acostumbrarse a avanzar hacia atrás.
Solo deseo ahogarme con mis latidos...

Dänger.

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