martes, 29 de octubre de 2013

De nuevo a mi.

El corazón ya no cuenta y ni siquiera late, no me dice nada porque está enterrado, la razón suelta verdades y solo reflexiona con dureza, el polo norte de mi alma, pero tampoco sabe medir o quizás si sepa decir lo que deba, sepa contar lo ocurrido con verdad.

Nunca he necesitado a nadie excepto para desahogar lo que guardo dentro, pero jamás he necesitado de alguien para defenderme por mi sola, jamás, todo lo contrario, he intentado defenderme yo sola. Por otra parte no soporto que mientan sobre mí, no aguanto ni toler. Tambien me cuesta perdonar, aunque las circunstancias  me obliguen muchas veces a hacerlo, pero más me cuesta perdonar dos veces.
Tampoco soporto que la gente toque mis asuntos, porque soy independiente de resolverlos o no, solo puedo pedir consejos para saber si me tropiezo, pero quien de verdad elige soy yo, no los demas, lo primero  porque no lo acepto y lo segundo porque creo que soy lo suficientemente mayorcita para poder resolverlos.

Finalmente, quiero terminar diciendo que a la vez que actuo con lógica y razón, también tengo mis momentos de irracionalidad y desahogo, aquellos en los que suelto todas las cosas las cosas que por dentro me recorren, me queman, creo que tengo derecho a ser persona y que en un momento dado, por muy firme que quiera mantenerme, de alguna manera tendre que explotar, o ¿Ahora me replicareis que parezco la única que solo puede estañar? Creo que eso  me toca mucho la moral, hacerme sentir culpable, A NADIE LE GUSTA QUE LE HAGAN SENTIR CULPABLE, pero tampoco a nadie le gusten que le chapen lo que sienten, pero... a la vez ese lado mío tan impusivo, es tan imposible de chapar, de frenar,  no puede parar y parar de soltar toda clase de sentimientos oscuros que pueden hacer mucho daño.

Necesito estar sola, quizás estar sola es lo mejor que puedo hacer, en cierta parte no me importa quien me hable y me importa que me ignoren, es una contradicción, pero quizás soy esa clase de persona que necesita estar sola pero sabien que puede contar con alguien. Pero, ahora por circunstacias, la malas circunstancias, no me dejan mover ficha, por ahora no. Anoche saque mis garras y herí, anoches, aullé a las lágrimas y perdí  mi cordura, anoche olvide mi razón y solo quise provar carne fresca envenenada, porque anoche, mi frenesí diabólico estalló, solte todo lo que queria soltar, descargue sobre quien no debía, las ganas  de necesitar un momento de pausa, de recuperarme... de poder volver a empezar... pero... ya es demasiado tarde para intentar nada... mis manos están llenas de sangre, de una guerra ciega, como todo... pero... quiero limpiar esta sangre... y que las puertas se cierren regalandome un rayo de luz diferente.

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